Salvando vidas en República Checa
Si visitaras algún bosque en Republica Checa a finales del verano, encontrarías a mujeres y hombres llenando canastas con hongos. Algunos de estos serán cocinados y comidos poco después pero el resto será conservado en vinagre o en rodajas y se secados para las sopas de invierno. Durante el siglo pasado, el número de muertes por causa de ingerir hongos venenosos se elevó entre 15 a 20 al año, así que ha habido un esfuerzo concertado para educar al público. Este setiembre, A Rocha Republica Checa organizó tres exhibiciones de hongos: dos en Bohemia del Este, y uno en Bohemia del Sur, las cuales atrajeron a alemanes y austríacos desde el otro lado de la frontera.
Pavel Svetlik, el director nacional, comenta, “A mi familia le encanta comer hongos, pero yo sólo puedo identificar alrededor de 200 especies, así que involucré micólogos en cada evento. Ellos se aseguraron que todas las especies estuvieran correctamente identificadas y apropiadamente etiquetadas para su comestibilidad. Durante los tres días de cada exhibición mostramos más de 200 especies y los visitantes nos trajeron hongos que ellos habían recolectado. Estábamos muy emocionados de descubrir cinco especies muy raras, por lo que los registros han sido enviados a la Sociedad Micológica Checa. Llevamos a las familias a caminatas guiadas y dimos charlas para refutar conceptos erróneos populares, asi como dar advertencias sobre peligros reales. Por ejemplo, algunos hongos se pueden volver tóxicos si se combinan con alcohol; no sólo durante la comida, pero también si la persona toma durante los días siguientes. En los últimos años, gracias a eventos como estos por todo el país, las fatalidades se han reducido a solo 2-3 personas al año. Por lo tanto, no cabe duda que es una manera muy importante, para nosotros, para educar a personas de todas las edades, quienes también aprenden sobre el amplio trabajo de A Rocha en la conservación de la naturaleza.”