Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 14
Apoyamos el objetivo de las Naciones Unidas para evitar y reducir considerablemente la contaminación marina, incluidos los residuos marinos, para el año 2025 (Foto: Kevin Krejci)
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Los microplásticos representan aproximadamente el 92,4% del conteo global de partículas de desechos de plástico (Eriksen et al., 2014). Estos pequeños trozos de plástico (de un tamaño inferior a 5 mm) llegan al entorno marino y añaden presión a un sistema ya vulnerable. En A Rocha deseamos ver un océano lleno de cosas vivas, no de nuestra basura. Deseamos ver una transformación en la manera en que los humanos interactuamos con los mares de los que tanto dependemos. Nuestro programa utiliza y participa en la investigación científica y el pensamiento teológico más recientes para informar la educación, la defensa y la conservación a escala global.
Hay dos tipos de fuentes de microplásticos: primarias y secundarias. Las fuentes primarias son aquellas en las cuales los microplásticos se fabrican en tamaño “micro”. Incluyen fugas de los pequeños pellets de plástico –o “nurdles”– que actúan como material básico para la producción de plásticos por parte de la industria, fibras sintéticas de prendas de vestir desgastadas por la lavadora y los microgránulos que se encuentran en muchos productos cosméticos (exfoliantes faciales, etc.), productos de limpieza domésticos ¡e incluso dentífricos! No todos ellos son eliminados durante los procesos de tratamiento de las aguas residuales, de manera que llegan a cursos de agua y océanos. En el sitio web de la red Beat the Microbead (de la cual somos parte) puede encontrar información sobre cómo elegir productos respetuosos con los océanos. Las fuentes secundarias se originan en la degradación de residuos plásticos más grandes: bolsas de transporte, embalajes de productos, equipos de pesca.
La presencia de partículas de microplásticos en el entorno marino podría tener diversas implicaciones. Desde el transporte de microorganismos que colonizan sus superficies a nuevos lugares en los que podrían ser dañinos para las propiedades cambiantes del sedimento, sólo estamos comenzando a comprender lo dañinos que son para el entorno marino. Más adelantada está la investigación sobre su capacidad de ser fácilmente ingeridos por organismos marinos. Los peces y las aves marinas pueden confundir los microplásticos con presas, mientras que los animales filtrantes, como los mejillones y las ballenas, los filtran desde el agua juntamente con partículas de alimento. De esta manera también pueden entrar en la dieta tanto de las aves como de las personas, que comen los animales que han ingerido los plásticos. A menudo los plásticos contienen productos químicos que les confieren propiedades específicas, los cuales en muchos casos son tóxicos. Pueden liberarse en el interior del animal, causando problemas adicionales a los riesgos físicos de bloqueo de la digestión y otros daños internos.
El equipo de A Rocha está trabajando en la creación de un manual que permitirá a los grupos evaluar la contaminación por microplásticos de sus playas y cursos de agua locales, les equipará para luchar contra la contaminación por plásticos y les proporcionará materiales educativos para difundir todavía más el mensaje. El manual se está desarrollando en la región francesa de la Camarga, que rodea uno de los mayores aportes de agua al Mar Mediterráneo: el río Ródano. Allí los científicos y los voluntarios recogen muestras, que son analizadas en el Laboratorio Oceanográfico de Villefranche.
Únase a nuestros investigadores de campo para recoger muestras y ayudar a procesarlas en la comodidad del Centro de Estudios de Campo de A Rocha, Les Tourades, en la Provenza – aquí puede encontrar más información sobre el voluntariado (en inglés).
Apoyamos el objetivo de las Naciones Unidas para evitar y reducir considerablemente la contaminación marina, incluidos los residuos marinos, para el año 2025 (Foto: Kevin Krejci)
Se ha comprobado que los mejillones y otros mariscos acumulan partículas microplásticas procedentes del agua. Puede que en ese plato de mejillones haya más plástico de lo que usted imagina...
Los animales marinos no pueden digerir artículos de plástico, Que a menudo permanecen en sus estómagos durante toda su vida o, peor aún, pasan a los intestinos, donde pueden ocasionar bloqueos. ¡Es difícil imaginar cómo este albatros podría comer su alimento teniendo el estómago lleno de esto! (Foto: NOAA)
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