Dr Robert Sluka
Científico Jefe del Programa de Conservación Costera y Marina
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Bob lleva veinte años trabajando en el campo de la conservación marina. Se ha concentrado en áreas marinas protegidas y la ecología de peces de arrecifes de coral, así como de pesquerías en arrecifes de coral. Tras comenzar su trabajo como graduado en Florida y el Caribe, Bob pasó diez años en el sur de Asia, principalmente en la India y las Islas Maldivas. Conoció A Rocha cuando se mudó al Reino Unido en 2006, y comenzó a trabajar como voluntario en un programa de restauración del enebro en Chiltern Hills y en investigación marina en Gales. En 2010 ayudó a iniciar trabajos de conservación marina en Mwamba, el centro de estudios de campo de A Rocha en Kenia. Ahora vive en Florida, EE.UU..
Para más detalles sobre el trabajo de de Bob, vea en inglés el programa de conservación costera y marina de A Rocha.
¿Por qué A Rocha?
Es holístico; puedo combinar investigación seria con reflexiones teológicas y la conservación sobre el terreno con el que la gente local ha sido bendecida.
¿Qué es lo que más te gusta?
Trabajar con jóvenes científicos motivados, ayudándoles a crear y desarrollar sus proyectos. Y en el centro de Kenia, las conversaciones a menudo derivan hacia las grandes cuestiones de la vida; puedo compartir mis creencias y aprender de otros.
¿Afecta a tu vida familiar tu pasión por el mar?
A menudo vamos a la costa los fines de semana y en vacaciones. Cuando llevé a la familia al centro de A Rocha en Kenia durante dos meses, mis tres hijos pequeños ayudaron a escribir y diseñar hojas de trabajo para los charcos marinos que ahora usan los niños locales de primaria.
Cuéntanos alguna experiencia memorable bajo el agua.
Durante un año estudié los meros en una de las islas más remotas de las Maldivas. El sol se estaba poniendo, yo buceaba con amigos locales en un canal en el que probablemente nadie había buceado antes y dejamos que la corriente nos llevara por una caída escarpada; de repente el suelo del océano estaba a miles de pies debajo de nosotros, y sobre nuestras cabezas había un grupo de peces napoleón (Cheilinus undulatus) desovando. Son unos peces enormes, más grandes que yo y en peligro de extinción. Fue un momento que nunca olvidaré.
En el Journal of the American Scientific Affiliation hacías una llamada a la comunidad cristiana de todo el mundo a protestar contra la pesca indiscriminada. ¿Qué acción preferirías que se emprendiera?
Creo que las principales organizaciones de desarrollo deberían plantearse cómo servir a las comunidades costeras participando en la conservación marina. Las iglesias costeras también deben sensibilizar a la gente sobre estos temas. Tenemos recursos que podrían ser utilizados por los líderes de las iglesias.
No podría hacer mi trabajo sin…
¡Demasiadas chucherías poco saludables!