João Martínez da Cruz
Jefe de operaciones
La función de João hace especial énfasis en la recaudación de fondos, los recursos y planes estratégicos, la supervisión, la evaluación y el aprendizaje en el seno de las organizaciones tanto a nivel nacional como internacional.
Entre su experiencia profesional destaca la gestión de grandes subvenciones y carteras de convenios con organizaciones eclesiásticas, así como redes en toda América Latina incluido Brasil, su país de origen.
João tiene un máster en Gestión para el Desarrollo por la Universidad Abierta del Reino Unido, así como titulaciones en gestión de ONG, estudios de turismo, coaching, enseñanza de idiomas y traducción. Vive en el oeste de Londres con su mujer, Rachel, y sus dos hijos, Daniel y Jonathan.
¿Por qué A Rocha?
Ya había trabajado muchos años en ayuda humanitaria y desarrollo, y me interesaba la relación entre la pobreza y el medio ambiente. En A Rocha tengo la oportunidad de comprender mejor dicha conexión.
¿Qué es lo que más te gusta?
La actitud: nadie pretende tener todas las respuestas. El equipo es muy consciente de su dependencia de Dios. Además, es muy relacional y existe el compromiso de aprender y mejorar nuestro rendimiento, lo que significa mucho para mí.
Te criaste en Brasil. ¿Te ha sido útil?
Sí, pero no por la nacionalidad, sino porque crecí en una comunidad urbana muy violenta donde los asesinatos entre bandas eran frecuentes. A menudo, cuando ibas a comprar el pan por la mañana te encontrabas un cadáver tirado en la calle. Conozco la realidad de la pobreza, de la falta de oportunidades, de la desigualdad. Afortunadamente se instaló en la zona una empresa multinacional que dio buenos empleos a mi padre y a mis hermanos mayores, que trabajaron muy duro. Mis hermanos y yo fuimos a la universidad, tuvimos una educación. En Brasil, Ghana, Kenia y otros lugares, A Rocha trabaja con comunidades en dificultades que quieren mejores oportunidades. Yo lo entiendo.
¿Ha influido A Rocha en tu modo de vida?
Quizá es pronto para responder. Mi interés por los modos de vida sostenibles es profesional, pero aún no estoy seguro de que los pequeños cambios en mi estilo de vida puedan suponer una diferencia importante. ¿Debería usar menos el coche y utilizar más el transporte público? Ahora reciclo más pero, ¿debería convencer a mis hijos para que también lo hagan? ¡Son muchas preguntas!
No podría hacer mi trabajo sin…
¡Hablar! Necesito conversar con los demás por lo menos una vez al día, cara a cara, por teléfono o por Skype.