La primera artista residente de A Rocha
Los fundadores de A Rocha, Peter y Miranda Harris, conocieron a la artista Heidy Sumei Chuang
en 2015, en la misión en la que se hospedan habitualmente cuando visitan a los donantes de A Rocha de Nueva York. A medida que ella y Miranda charlaban, fueron descubriendo que compartían muchas opiniones acerca de la belleza de la creación, celebrada tanto en la pintura como en la conservación práctica. «Puesto que trabajamos con frecuencia en lugares y momentos exigentes, esa celebración resulta tanto más importante, y el don que tienen los artistas de dar voz a la creación a través de todo tipo de medios se convierte en un ministerio aún más imprescindible», explica Peter.
Posteriormente recaudaron fondos y planificaron, y entonces Heidy pasó dos meses en Les Courmettes, el centro de A Rocha Francia en las colinas situadas tras la ciudad de Niza, como primera artista residente. Confiamos en que esto transmitirá el trabajo y el amor por la creación de A Rocha a una audiencia completamente nueva y de una forma totalmente innovadora.
Heidy reflexiona sobre su “Proyecto mariposa”: «A Rocha me ha proporcionado una nueva percepción de lo que significa cuidar con pasión la tierra. Ahora esto forma parte de mi arte con un profundo respeto por la tierra y con un renovado amor por la creación. Sentí asombro mientras pintaba estas hermosas criaturas. En estas acuarelas iniciales quería expresar la calidad de la luz y el movimiento característico de la mariposa la primera vez que extiende sus alas.
«Las imágenes con las que he trabajado se desarrollarán más en el estudio mediante la imaginación y los recuerdos, y culminarán en una serie de trabajos a gran escala que se expondrán en la ciudad de Nueva York en la primavera de 2018. Este trabajo se realiza en parte para ayudar a crear concienciación y visibilidad de la misión de A Rocha en los Estados Unidos. Como artista, siento la importancia de destacar la visión de A Rocha, y estoy agradecida por formar parte de la misma. Creo que es un momento único en la historia, en el que podemos influir enormemente en la recuperación de la tierra. La labor de A Rocha muestra cómo el cuidado informado de nuestro mundo honra al Creador y permite que prosperen tanto el mundo natural como las comunidades humanas».